En las páginas anteriores, el rey Lear decide repartir su reino entre sus tres hijas a través de dotes a sus futuros yernos. No obstante, a pesar de su sabiduría, este monarca no descubre el plan confabulador de dos de sus hijas: Gonerila y Regania. Incluso su hija más pequeña le advierte de la posible traición, pero el rey hace caso omiso y la destierra con el soberano de Francia, dejándola sin herencia. Más adelante, descubrirá que Gonerila, Regania, el duque de Cornualla y Edmundo, hijo del conde de Gloucester, lo traicionarán. Sin embargo, su hija Cordelia, avisada por Kent, decide volver a Bretaña con las tropas de su marido: el rey de Francia, para restablecer el orden e intentar salvar a su amado padre.
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