jueves, 4 de septiembre de 2014

Literatura: Agatha Christie

 




 
Arthur Calgary, carcomido por la culpa, decide transmitir la inocencia de Jack Argyle a su familia, pero lo que no sabe es que la reacción no será la esperada. De hecho, queda tan decpcionado y confuso, que visita al abogado allegado de la familia: el señor Marshall. Este le advierte que la familia no es lo que parece y que la reacción que le cuenta no le sorprende.

 
Vemos cómo Calgary se sorprende de la actitud indiferente y hostil de la familia Argyle ante la noticia de que Jack no fue el que mató a su madrastra Rachel.

 
Incluso Calgary se percata de que la noticia que les ha llevado les perjudica, ya que rompe con las ideas que se habían hecho. Eso demuestra que estaban contentos de que se culpara a Jack, puesto que les beneficiaba a todos.
 

 
Y por último, oteamos que incluso la misma familia no le tenía mucho afecto a la matriarca Rachel: la creían una vanidosa y que siempre quería conseguirlo todo. De hecho, la narradora no la "pinta" muy bien, guiándonos en el comportamiento de esta y en su excesivo egoísmo.
 
Sin duda, esta obra demuestra que Agatha Christie es una maga en la novela de asesinato y suspense, teniéndonos en duda sobre quién es el asesino hasta casi el final de la obra. Me parece magistral su forma de narrar y las técnicas narrativas que usa como las descripciones síquicas de los personajes, la guía para los lectores o sus continuas reflexiones en voz alta sobre el comportamiento de sus personajes.

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