Digamos no a las peleas de perros. En este texto de Colmillo Blanco, oteamos una pelea entre el perro protagonista y un bull-dog. Después de múltiples batallas, Colmillo Blanco había salido victorioso, pero esta vez encontró la horma de su zapato. No obstante, se salva in extremis, cuando aparece el llamado dios del amor: Scott. Este le ofrecerá una vida digna, basada en el cariño y en el compañerismo. Además con Scott encontrará su camino verdadero e incluso se convertirá en héroe por varias veces.
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