En esta obra, Alberto Vázquez Figueroa nos relata la historia de Violeta Flores, una esclava de Irma Gresse, que pudo escapar de este demonio con cuerpo de mujer. De hecho, se le llamó el ángel rubio o la perra de Bergen-Belsen. Su atrocidad fue tal que no solo disfrutaba desollando la piel del pecho de muchas mujeres, sino que organizaba orgías para ascender o mataba de hambre a los prisioneros. La verdad es que el ser humano puede dar lo mejor, pero también lo peor.
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