Ruido de pasos de gente que viene
A compás marchando con sordo rumor,
Y de tiempo en tiempo su marcha detiene,
Y rezar parece en confuso son.
Llegó de don Félix luego a los oídos,
Y luego cien luces a lo lejos vio,
Y luego en hileras largas divididos,
Vio que murmurando con lúgubre voz,
Enlutados bultos andando venían;
Y luego más cerca con asombro ve
Que un féretro en medio y en hombros traían
Y dos cuerpos muertos tendidos en él.
Las luces, la hora, la noche, profundo,
Infernal arcano parece encubrir.
Cuando en hondo sueño yace muerto el mundo,
Cuando todo anuncia que habrá de morir.
Al hombre, que loco la recia tormenta
Corrió de la vida, del viento a merced,
Cuando una voz triste las horas le cuenta,
Y en Iodo sus pompas convertidas ve,
Forzoso es que lenga de diamante el alma
Ouien no sienta el pecho de horror palpitar,,
Ouien. como don Félix, con serena calma
N i en Dios ni en el diablo se ponga a pensar.
Así en tardos pasos, todos murmurando,
El lúgubre entierro ya cerca llegó,
y la blanca dama devota rezando.
Entrambas rodillas en tierra dobló.
Calado el sombrero y en pie, indiferente
El féretro mira don Félix pasar,
Y al paso pregunta con su aire insolente
Los nombres de aquellos que al sepulcro van.
Mas, ¡cuál su sorpresa, su asombro cuál fuera
Cuando horrorizado con espanto ve
Que el uno don Diego de Pastrana era,
Y el otro. ¡Dios santo!, y el otro era él...
El mismo, su imagen, su misma figura,
Su mismo semblante, que él mismo era, en fin:
Y duda y se palpa y fría pavura
Un punto en sus venas sintió discurrir.
AI fin era hombre, y un punto temblaron
Los nervios del hombre, y un punto temió ;
Mas pronto su antiguo vigor recobraron,
Pronto su fiereza volvió al corazón.
Comentario del texto
Como si de una película de terror se tratara, don Félix de Montemar, el estudiante de Salamanca, observa su propio entierro. La verdad es que la imagen estremece y es digna de un guión de Hollywood. Además de ver su ataúd, le persiguen una serie de sombras y, sobre todo, un fantasma con figura de mujer.
Averigua a qué mujer pertenece ese fantasma
Investiga a qué personaje literario del mismo movimiento se parece don Félix de Montemar
¿Quién era don Diego de Pastrana?
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