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domingo, 19 de abril de 2015

Gramática: palabras



FORMAMOS PALABRAS


NOMBRES

ADJETIVOS

ADVERBIOS

VERBOS







































































































































































































































lunes, 27 de febrero de 2012

Literatura: Charles Dickens y los recursos


Busca recursos literarios en este fragmento de Dickens.

miércoles, 25 de enero de 2012

Literatura: Dostoieski y Aleikseyi Ivanovich



Lee este fragmento de El jugador y contesta:

¿Quién es el narrador?

¿Quiénes son los personajes?

Respecto de nuevo al narrador, ¿qué tipo de narrador es?

sábado, 7 de enero de 2012

Literatura: Lorca y la luna

De muchos es sabido que en la poesía lorquiana se repite con asiduidad el elemento de la luna. Les aporto un fragmento de Poeta en Nueva York.


Busca más textos sobre Lorca, donde se aluda a la luna.


Literatura: Lorca y los recursos literarios


Fíjense qué bonita la metáfora del plátano que quiere ser medusa, que se puede encontrar en Poeta en Nueva York. Es increíble cómo Lorca usa una imagen de un plátano pelado, para crear un recurso literario.

¿Es una metáfora pura o impura? ¿Por qué?

martes, 3 de enero de 2012

Literatura: El buscón llamado Pablos


Lee este fragmento del Buscón e indica cómo describe Quevedo a la huéspeda de la casa. Además, averigua el personaje que se encuentra detrás de esta.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Literatura: Dolores Medio


Lee este fragmento de Farsa de verano y contesta a lo siguiente:





¿Qué utilidad tiene el nombrar el cielo y el infierno en este fragmento?


¿Y cuando la escritora dice: "Ernesto hace un esfuerzo por ayudarles, pero comprende que no podrá incorporarse"?

lunes, 12 de septiembre de 2011

Literatura: Aleixandre



Lee este texto de Vicente Aleixandre y averigua a quién va dirigido

viernes, 26 de agosto de 2011

Literatura: Dolores Medio


¿A qué personaje de la literatura se parece el locutor de la radio?


¿Por qué lo hace?

lunes, 15 de agosto de 2011

Literatura: el amor cortés


Aquí te muestro un fragmento de la obra de Walter Scott, Robín Hood. En este fragmento, observamos el conocido fenómeno literario del amor cortés. Con estas consignas, busca en la literatura española, ejemplos del amor cortés.

Suerte


Gramática: sintaxis




"El monstruo dio un buen susto"

"La silla que compramos está en Ikea"

1º PASO: BUSCAR VERBOS CONJUGADOS: “DIO”. UNA VEZ BUSCADO, PONEMOS: “ORACIÓN SIMPLE” Y EN EL CASO DE UNA ORACIÓN COMPUESTA, PONEMOS ORACIÓN COMPUESTA.

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2º PASO: BUSCAR EL SUJETO Y EL PREDICADO. UN BUEN TRUCO ES CAMBIAR DE NÚMERO LO QUE PENSAMOS QUE ES SUJETO Y EL VERBO, O SEA, “LOS MONSTRUOS DIERON UN…”. COMO CONCUERDAN, EL MONSTRUO ES EL SUJETO.
    
3º PASO: SEGUIDAMENTE, LOCALIZAMOS LOS SINTAGMAS.



4º PASO: ANALIZAMOS LOS SINTAGMAS

NOTA: EN EL CASO DE LA ORACIÓN COMPUESTA, EL ANÁLISIS ES MÁS COMPLEJO, YA QUE, TENDREMOS QUE BUSCAR LAS PROPOSICIONES. SI LA ORACIÓN ES COORDINADA, EL ANÁLISIS SERÁ CON PROPOSICIÓN UNO, DOS, TRES... EN CONTRASTE, SI ES SUBORDINADA, PONDREMOS PROPOSICIÓN PRINCIPAL Y SUBORDINADA. ESTE PASO IRÍA DESPUÉS DE BUSCAR LOS VERBOS CONJUGADOS.


Intertextualidad: Esquilo y su influencia en la literatura


PROMETEO: ¡Ay, qué sufrimiento! Hijas de la fecunda Tetis, hijas del padre Océano, que con su curso insomne gira en torno a toda la Tierra, ¡miradme!, ¡contempladme!: ¡Aquì encadenado, aprisionado en esta cima rocosa, custodiado de este precipicio, monto una nada envidiable guardia.


CORO: Te vemos, Prometeo, y una leve y tìmida niebla llena de lágrimas nuestros ojos al contemplarte sobre esa roca consumiéndote bajo la ignominia de estos grilletes de bronce. Y todo ello porque nuevos mandos gobiernan el Olimpo, y Zeus, con nuevas leyes, reina de manera arbitraria aniquilando a los colosos de antaño.

PROMETEO: ¡Si por lo menos hubiéseme precipitado bajo tierra, hasta el infranqueable Tártaro, más allá del Hades hospitalario a los muertos, aherrojándome ferozmente con insolubles cadenas, de tal suerte que ni un dios ni nadie se regocijara de ello! Pero, heme aquì, como un vil juguete de los vientos, sufriendo de manera miserable para escarnio de mis enemigos.




CORO: ¿Quién de los dioses tendrà un corazòn tan duro para recrearse y regocijarse con tus padecimientos? ¿Quién, además de Zeus, no es susceptible de compartir tus pesares? Porque Zeus, en su eterna ira somete la estirpe celestial, y bien sabemos que no habrà de cejar hasta haber saciado su pasión. (Mirando a Prometeo) Y pensar que tu única oportunidad sería que otro dios tomase el lugar de Zeus ... pero ... eso es, y lo sabes, imposible.


¿A qué personaje de nuestra literatura se parece Prometeo?


miércoles, 29 de junio de 2011

Literatura: si Dios fuera una mujer


Mario Benedetti

Si Dios fuera una mujer

¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,


vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.


¿Cómo te imaginas a Dios? Descríbelo


¿Crees que gobernaría los cielos de distinta manera si fuera hombre o mujer?

Literatura: ¿Estás de acuerdo?



Poema de Mario Benedetti
"Bodas de perlas"

Después de todo qué complicado es el amor breve
y en cambio qué sencillo el largo amor

digamos que éste no precisa barricadas
contra el tiempo ni contra el destiempo
ni se enreda en fervores a plazo fijo

el amor breve aún en aquellos tramos
en que ignora su proverbial urgencia
siempre guarda o esconde o disimula
semiadioses que anuncian la invasión del olvido
en cambio el largo amor no tiene cismas
ni soluciones de continuidad
más bien continuidad de soluciones

esto viene ligado a una historia la nuestra
quiero decir de mi mujer y mía
historia que hizo escala en treinta marzos
que a esta altura son como treinta puentes
como treinta provincias de la misma memoria
porque cada época de un largo amor
cada capítulo de una consecuente pareja
es una región con sus propios árboles y ecos
sus propios descampados sus tibias contraseñas

¿Estás de acuerdo con los dos primeros versos del poeta? Arguméntalo

¿Con qué recurso literario se relacionan esos dos versos?

Literatura: el poeta del amor

Mario Benedetti

La otra copa del brindis


Al principio ella fue una serena conflagración
un rostro que no fingía ni siquiera su belleza
unas manos que de a poco inventaban un lenguaje
una piel memorable y convicta
una mirada limpia sin traiciones
una voz que caldeaba la risa
unos labios nupciales
un brindis

es increíble pero a pesar de todo
él tuvo tiempo para decirse
qué sencillo y también
no importa que el futuro
sea una oscura maleza

la manera tan poco suntuaria
que escogieron sus mutuas tentaciones
fue un estupor alegre
sin culpa ni disculpa
él se sintió optimista
nutrido
renovado
tan lejos del sollozo y la nostalgia
tan cómodo en su sangre y en la de ella
tan vivo sobre el vértice de musgo
tan hallado en la espera
que después del amor salió a la noche
sin luna y no importaba
sin gente y no importaba
sin dios y no importaba
a desmontar la anécdota
a componer la euforia
a recoger su parte del botín

mas su mitad de amor
se negó a ser mitad
y de pronto él sintió
que sin ella sus brazos estaban tan vacíos
que sin ella sus ojos no tenían qué mirar
que sin ella su cuerpo dce ningún modo era
la otra copa del brindis

y de nuevo se dijo
qué sencillo
pero ahora
lamentó que el futuro fuera oscura maleza

sólo entonces pensó en ella
eligiéndola
y sin dolor sin desesperaciones
sin angustia y sin miedo
dócilmente empezó
como otras noches
a necesitarla.

¿A qué poeta te recuerda Benedetti?


Este verso: "lamentó que el futuro fuera oscura maleza", a qué recurso literario hace referencia


¿Con qué se relacionan los versos unos labios nupciales / un brindis?


miércoles, 1 de junio de 2011

Literatura: Rubén Darío



CANCIÓN DE OTOÑO EN PRIMAVERA

A Gregorio Martínez Sierra
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña, en este
mundo de duelo y de aflicción.

Miraba como el alba pura;
sonreía como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor.

Yo era tímido como un niño.
Ella, naturalmente, fue,
para mi amor hecho de armiño,
Herodías y Salomé...

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Y más consoladora y más
halagadora y expresiva,
la otra fue más sensitiva
cual no pensé encontrar jamás.


¿Qué tópico literario se da en este poema de Darío?



Realiza un análisis métrico de este poema



¿A qué estética pertenece el autor de este poema?


martes, 15 de marzo de 2011

Tipología textual: Apuntes


TIPOS:
  EXPOSITIVO
  NARRATIVO
  DESCRIPTIVO
  LITERARIO
  EXPOSITIVO-ARGUMENTATIVO
EL TEXTO EXPOSITIVO
  EL TEXTO EXPOSITIVO EXPONE UN TEMA EN CUESTIÓN
  LA EXPOSICIÓN ES LA EXPLICACIÓN Y DESARROLLO DE UN TEMA O IDEA, CON EL PROPÓSITO DE TRANSMITIR UNA DETERMINADA INFORMACIÓN
PARTES
  INTRODUCCIÓN: PRESENTACIÓN DEL TEMA
  DESARROLLO: EJEMPLIFICACIÓN CON DATOS HISTÓRICOS Y CULTURALES
  CONCLUSIÓN: RECOGE LA IDEA EXPUESTA AL PRINCIPIO EN EL TEXTO
TEXTO NARRATIVO
  EL TEXTO NARRATIVO CUENTA UN SUCESO O UNA ANÉCDOTA QUE NOS HA OCURRIDO, O BIEN HACEMOS UNA DECLARACIÓN O ESCRIBIMOS UN DIARIO. ESTAMOS CONTANDO ALGO.
ELEMENTOS
  ACCIÓN: EL CONJUNTO DE HECHOS QUE SE NARRAN
  PERSONAJES: LAS PERSONAS QUE INTERVIENEN EN ESA ACCIÓN
  NARRADOR: LA PERSONA CUENTA ESOS HECHOS
TEXTO DESCRIPTIVO
  AL COMUNICARNOS, OCURRE CON FRECUENCIA QUE DEBEMOS EXPLICAR CÓMO SON LOS SERES O LOS OBJETOS A LOS QUE HACEMOS REFERENCIA. DESCRIBIR UN SER O UN OBJETO ES PRESENTAR A ESE SER O ESE OBJETO POR MEDIO DE LAS PALABRAS, DE FORMA QUE EL RECEPTOR PUEDA HACERSE UNA IDEA PRECISA DE CÓMO ES
TIPOS DE DESCRIPCIÓN
  TÉCNICA U OBJETIVA
  LITERARIA
TEXTO LITERARIO
  ESTE TIPO DE TEXTO BUSCA LA UTILIZACIÓN DE LA LENGUA DE FORMA MÁS BELLA. ESTÁ RELACIONADO CON LA FUNCIÓN POÉTICA
  LOS AUTORES DE OBRAS LITERARIAS INTENTAN CAPTAR LA ATENCIÓN DE LA PERSONA QUE LEE O ESCUCHA SU OBRA.
  TODOS ESTOS TEXTOS QUE SE PRESENTAN EN FORMA DE CUENTOS, DE NOVELAS, DE POESÍAS, DE OBRAS DE TEATRO CONSTITUYEN LA LITERATURA
TEXTO EXPOSITIVO-ARGUMENTATIVO
EN ESTOS TEXTOS SE COMBINAN PARTES EXPOSITIVAS, EN DONDE SE EXPONEN HECHOS Y PARTES ARGUMENTATIVAS, EN DONDE SE ARGUMENTAN LAS RAZONES QUE APOYAN UNA DETERMINADA IDEA U OPINIÓN.
PARTES
  PRESENTACIÓN: ES COMO UNA INTRODUCCIÓN, DONDE SE PRESENTA EL TEMA DEL QUE SE VA A ARGUMENTAR
  EXPOSICIÓN DE LOS HECHOS: SE EXPLICAN LOS HECHOS Y SE PRESENTA LA TESIS O IDEA QUE SE VA A DEFENDER
  ARGUMENTACIÓN: SON LOS ARGUMENTOS QUE APOYAN LA TESIS
  CONCLUSIÓN: RESUME LA TESIS Y LOS ARGUMENTOS PRINCIPALES
LA TESIS
  LA TESIS ES LA IDEA U OPINIÓN FUNDAMENTAL EN TORNO A LA CUAL SE REFLEXIONA.
  SUELE APARECER AL PRINCIPIO DEL TEXTO
  SE PUEDE VOLVER A NOMBRAR AL FINAL
  DEBE SER BREVE Y SENCILLA, ESTAR EN AFIRMATIVO Y APARECER LAS PALABRAS CLAVES
ACTIVIDAD
VISTO TODO LO ANTERIOR, PRODUCE UN TEXTO EXPOSITIVO Y OTRO NARRATIVO SIGUIENDO LO EXPLICADO
                                                               INTÉNTALO

sábado, 5 de febrero de 2011

Literatura: El niño con el pijama de rayas

Fragmento de Vida V. El Niño con el Pijama de Rayas.
 
Resumen general:
En esta obra, John Boyne nos narra la historia de Bruno y la inocencia de este niño, que juega con otro niño de origen judío sin importarle esa condición. Lo que no sabe Bruno es que su padre es uno de los generales de confianza del Furias, o sea, Hitler y, además, está encargado de uno de los campos de concentración. Trágicamente, el destino le jugará una mala pasada al padre de este, ya que su hijo se aventurará con el niño judío en el campo de concentración y acabará exterminado como los judíos que extermina su padre.




Enlace: http://gremiodemagos.wordpress.com/2008/04/24/fragmento-de-vida-iv-el-nino-con-el-pijama-de-rayas/

4

Lo que vieron por la ventana.
Para empezar, no eran niños. Al menos no todos. Había niños pequeños y niños mayores, pero también padres y abuelos. Quizá también algunos tíos. Y unas cuantas personas de las que viven en las calles y que parecen no tener familia.
- ¿Quiénes son? – preguntó Gretel, tan boquiabierta como solía quedarse su hermano últimamente -. ¿Qué clase de sitio es ése?

- No estoy seguro – dijo Bruno, sin faltar a la verdad -. Pero no es tan bonito como Berlín, eso sí lo sé.

- ¿Y dónde están las niñas? ¿Y las madres? ¿Y las abuelas?

- A lo mejor viven en otra zona.

Gretel no quería seguir mirando, pero le resultaba muy difícil apartar la mirada. Hasta entonces, lo único que había visto era el bosque hacia el que estaba orientada su ventana; parecía un poco oscuro, pero quizá más allá hubiera algún claro donde hacer meriendas campestres. Sin embargo, desde aquel lado de la casa el panorama era muy diferente.

A primera vista no estaba tan mal. Justo debajo de la ventana de Bruno había un jardín bastante grande y lleno de flores en pulcros y ordenados arribates. Parecían muy bien cuidado por alguien que hubiera comprendido que plantar flores en un sitio como aquél era una buena idea, como lo habría sido, durante una oscura noche de invierno, encender una velita en el rincón de un lúgubre castillo situado en medio de un brumoso páramo.

Más allá de las flores había un bonito adoquinado con un banco de madera, donde Gretel se imaginó sentada al sol leyendo un libro. En el respaldo del banco se veía una placa, pero desde aquella distancia no logró leer la inscripción. El asiento estaba orientado hacia la casa, lo cual podía resultar un poco extraño, pero dadas las circunstancias la niña lo entendió.

Unos seis metros más allá del jardín y las flores y el banco con la placa, todo cambiaba: paralela a la casa dicurría una enorme alambrada, con la parte superior inclinada hacia dentro, que se extendía en ambas direcciones hasta más allá de donde alcanzaba la vista. Era una alambrada muy alta, incluso más que la casa donde se hallaban los niños, y estaba sostenida por gruesos postes de madera, como los de telégrafos, repartidos a intervalos. En lo alto, gruesos rollos de alambre de espino enredados formaban espirales. Gretel sintió un escalofrío al ver las afiladas púas.

Detrás de la alambrada no crecía hierba; de hecho, a lo lejos no se veía ningún tipo de vegetación. El suelo parecía de arena, y Gretel sólo vio pequeñas cabañas y grandes edificios cuadrados, separados entre ellos, y una o dos columnas de humo a lo lejos. Abrió la boca para decir algo, pero no encontró palabras para expresar su sorpresa, así que hizo lo único sensato que se le ocurrió: volver a cerrarla.

- ¿Lo ves? – dijo Bruno a su espalda. Estaba satisfecho de sí mismo porque, fuera lo que fuese aquello que se veía y fueran quienes fuesen aquellas personas, él lo había visto primero y podría verlo siempre que quisiera, puesto que se veía desde su ventana y no desde la de Gretel. Por tanto, todo aquello le pertenecía: él era el rey de todo lo que contemplaban y ella su humilde súbdita.

- No lo entiendo – admitió Gretel -. ¿A quién se le ocurriría construir un sitio tan horrible?

- ¿Verdad que es horrible? Me parece que esas casuchas sólo tienen una planta. Mira qué bajas son.

- Deben de ser casas modernas – sugirió su hermana -. Padre odia las cosas modernas.

- Entonces no creo que le gusten.

- No – dijo Gretel, y siguió contemplándolas.

Tenía doce años y se la consideraba una de las niñas más inteligentes de su clase, así que apretó los labios, entornó los ojos y se exprimió el cerebro para comprender qué era aquello.

- Esto debe ser el campo – concluó al fin, volviéndose a mirar a su hermano con expresión de triunfo.

- ¿El campo?

- Sí, es la única explicación, ¿no te das cuenta? Cuando estamos en casa, en Berlín, estamos en la ciudad. Por eso hay tanta gente y tantas casas, y tantas escuelas llenas de niños, y no puedes caminar por el centro de la ciudad un sábado por la tarde sin que la multitud te empuje.

- Ya… – asintió Bruno, intentando seguir el razonamiento.

- Pero en clase de Geografía nos enseñaron que en el campo, donde están los granjeros y los animales, y donde se cultivan los alimentos, hay zonas inmensas como ésta donde vive y trabaja la gente que envía a la ciudad todo lo que nosotros comemos.

- Miró de nuevo por la ventana y contempló la gran extensión que se abría ante ella, fijándose en las distancias que había entre las cabañas -. Sí, debe de ser eso. Es el campo. A lo mejor ésta es nuestra casa de veraneo – añadió esperanzada.

Bruno reflexionó y negó con la cabeza.

- No lo creo – dijo con convicción.

- Tienes nueve años – replicó Gretel -. ¿Qué sabrás tú? Cuando tengas mi edad entenderás mucho mejor estas cosas.

Bruno sabía que era más pequeño, pero no estaba de acuerdo en que eso le impidiera tener razón.

- Pero si eso es el campo, como dices, ¿dónde están todos esos animales de los que hablas?
Gretel abrió la boca para replicar, pero no se le ocurrió ninguna respuesta adecuada, así que miró de nuevo y escudriñó el terreno en busca de los animales. No los había por ninguna parte.

- Si fuera una granja, habría vacas, cerdos, ovejas y caballos – dijo Bruno -. Y gallinas y patos.

- Pues no hay ninguno – admitió Gretel en voz baja.

- Y si aquí cultivaran alimentos, como has dicho – continuó Bruno, disfrutando de lo lindo -, la tierra tendría mejor aspecto, ¿no crees? No me parece que se pueda cultivar nada en una tierra tan árida.
Gretel volvió a mirar y asintió con la cabeza; no era tan tonta como para empeñarse en tener razón cuando era evidente que no la tenía.

- A lo mejor resutla que no es ninguna granja – dijo.

- No lo es – confirmó Bruno.

- Y eso significa que esto no es el campo – añadió ella.

- No, creo que no lo es.

- Y eso también significa que seguramente ésta no es nuestra casa de veraneo – concluyó Gretel.

- Me parece que no.

Bruno se sentó en la cama y por un instante sintió ganas de que Gretel se sentara a su lado, lo abrazara y le asegurara que todo saldría bien y que al final aquello acabaría gustándoles tanto que ya no querrían regresar a Berlín. Pero ella seguía mirando por la ventana, y esta vez no contemplaba las flores ni el adoquinado ni el banco con la placa ni la alta alambrada ni los postes de madera ni el alambre de espino ni la tierra reseca que había detrás ni las cabañas ni los pequeños edificios ni las columnas de humo: estaba mirando a la gente.

- ¿Quiénes son todas esas personas? – preguntó con un hilo de voz, como si pensara en voz alta -. ¿Y qué hacen allí?

Bruno se levantó y por primera vez ambos miraron juntos por la ventana, pegados el uno al otro, contemplando loq ue pasaba más allá de aquella alambrada a menos de quince metros de su nuevo hogar.
Allá donde mirasen veían individuos que iban de un lado a otro; los había altos, bajos, viejos y jóvenes. Unos estaban de pie, inmóviles, formando grupos, con los brazos pegados a los costados, intentando mantener la cabeza erguida, mientras un soldado pasaba ante ellos gesticulando con la boca muy deprisa, como si les gritara algo. Algunos formaban una especie de cadena de presos y empujaban carretillas a través del campo; salían de un sitio que quedaba fuera del alcance de la vista y llevaban sus carretillas detrás de una cabaña, donde desaparecían nuevamente. Unos cuantos estaban cerca de las cabañas formando grupos, con la vista clavada en el suelo como si jugaran a pasar inadvertidos. Otros caminaban con muletas y muchos llevaban vendajes en la cabeza. Algunos cargaban palas y eran conducidos por soldados hacia un sitio que
quedaba oculto.

Bruno y Gretel vieron a cientos de personas, pero había tantas cabañas y el campo se extendía hasta tan lejos, más allá de donde alcanzaba la vista, que daba la impresión de que debía de haber miles.

- Y qué cerca de nosotros viven – comentó Gretel frunciendo el ceño -. En Berlín, en nuestra tranquila y bonita calle, sólo había seis casas. Y mira cuántas hay aquí. ¿Cómo se le ocurriría a Padre aceptar un empleo en un sitio tan horrible y con tantos vecinos? No tiene sentido.

- Mira allí – dijo Bruno.

Gretel siguió la dirección que señalaba el dedo de su hermano y vio salir de una lejana cabaña a un grupo de niños y a unos soldados que les gritaban. Cuanto más les gritaban, más se amontonaban los niños, pero entonces un soldado se abalanzó sobre ellos y los niños se separaron e hicieron lo que al parecer les ordenaban, que era ponerse en fila india. Cuando lo hicieron, los soldados se echaron a reír y aplaudieron.

- Deben de estar ensayando algo – sugirió Gretel, sin tener en cuenta que al parecer algunos niños, incluso mayores, incluso los que tenían la misma edad que ella, estaban llorando.

- Ya te decía yo que aquí había niños – dijo Bruno.

- Pero no son la clase de niños con los que yo quiero jugar. Mira qué sucios están. Hilda, Isobel y Louise se bañan todas las mañanas, como yo. Estos niños parece que no se hayan bañado en la vida.

- Sí, está todo muy sucio. A lo mejor es que no tienen cuartos de baño.

- No seas estúpido – le espetó Gretel, pese a que le habían dicho muchas veces que no debía llamar estúpido a su hermano -. ¿Cómo no van a tener cuartos de baño?

- No lo sé – dijo Bruno -. A lo mejor es que no hay agua caliente.
Gretel siguió mirando unos momentos más; luego se estremeció y se dio la vuelta.

- Me voy a mi habitación a ordenar mis muñecas – anunció -. La vista es más bonita desde allí.

Y echó a andar, cruzó el pasillo, entró en su dormitorio y cerró la puerta, aunque no se puso a ordenar las muñecas enseguida. Se sentó en la cama y empezaron a pasarle muchas cosas por la cabeza.
Su hermano se acercó a la ventana y, mientras contemplaba a aquellos cientos de personas que trajinaban o deambulaban a lo lejos, reparó en que todos – los niños pequeños, los niños no tan pequeños, los padres, los abuelos, los tíos, los hombres que vivían en las calles y que no parecían tener familia – llevaban la misma ropa: un pijama gris de rayas y una gorra gris de rayas.

- Qué curioso – murmuró, y se apartó de la ventana.

Capítulo 4, El Niño con el Pijama de Rayas.


de, John Boyne.


Describe qué ven Bruno y su hermana Cretel

Por qué crees que la gente que está al otro lado de la alambrada llevan un pijama de rayas


Investiga sobre el libro e indica a qué acontecimiento histórico se refiere John Boyne. Además debes citar las páginas web de dónde sacaste la información, poniendo la fecha y la hora de consulta.