miércoles, 29 de junio de 2011

Literatura: la belleza de la hija del guardafaro

<>
<>
<>
LA HIJA DEL VIEJITO GUARDAFARO

Cuando la hija del viejito guardafaro
dejaba el faro y bajaba a tierra
los rudos no podían soportar su belleza
tan sólo la seguían con los ojos y labios
paralizados por su cercanía
y si en la noche hallaban en su cama
a la mujer de siempre no podían
borrar aquel recuerdo y fracasaban

la hija del farero llegaba hasta el mercado
compraba frutas carne pan cebollas
tomates azafrán pollo merluza
vale decir los víveres para cuatro semanas
pagaba y sonreía y emprendía la vuelta
y treinta marineros le hacían un pasillo
para que transcurriera su hermosura
y ella gozosamente transcurría

y si a la noche el faro se encendía
los pescadores y los alfareros
los tenderos y los motociclistas
los viejos verdes y los adolescentes
abrían las ventanas y los párpados
para que así la hija del farero
los envolviera con su luz
inalcanzable intermitente
Benedetti, Mario

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenido al blog, puedes opinar lo que quieras, pero siempre desde el respeto. Un saludo