viernes, 18 de julio de 2014

Literatura: Quevedo y sus obras jocosas



 
 Quevedo representa la escuela del conceptismo y creo que, en esta obra titulada Obras jocosas, se ve claramente esta faceta. Aquí podemos apreciar la cantidad de palabras que usa en los textos, desde sustantivos a adjetivos y lo que es más gracioso, nos dice el precio que tienen las prostitutas según cómo sean. Esto demuestra la vena misógina, es decir, el odio a las mujeres, tal vez por su poco éxito con el mundo femenino. El segundo se refiere al ojo del culo y los de la cara, indicando que son mejores los primeros porque sufren más y, de nuevo, utiliza una maraña de conceptos en este caso para indicar sinónimos del pedo. Finalmente, el fragmento tercero sirve como burla hacia los nigromantes (los que leen las manos); usa una serie de neologismos en las dos últimas líneas, que nos demuestran que es un auténtico genio.




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