David Martín, el protagonista de la entrega del Juego del Ángel, se pregunta por qué no envejece. Tal vez sea su vida, es decir, los excesos que ha llevado y las maldades que ha realizado se alojan en otro lugar que no es su cuerpo. Recordemos que lo mismo se preguntaba Dorian Gay, hasta que le dio por ver su retrato y observar que ahí es donde se alojaban todas sus maldades. No sabemos si David también tiene un retrato, pero es curioso que tampoco envejezca. Puede ser que su patrón, el señor Corelli, le haya maldecido por no haber terminado el libro que le encargó.
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