PEDRO GARCÍA CABRERA
Un día habrá
una isla
que no sea
silencio amordazado.
Que me
entierren en ella,
donde mi
libertad dé sus rumores
a todos los
que pisen sus orillas.
Solo no
estoy. Están conmigo siempre
horizontes y
manos de esperanza,
aquellos que
no cesan
de mirarse
la cara en sus heridas,
aquellos que
no pierden
el corazón y
el rumbo en las tormentas,
los que
lloran de rabia
y se tragan
el tiempo en carne viva.
Y cuando mis
palabras se liberen
del combate
en que muero y en que vivo,
la alegría
del mar le pido a todos
cuantos
partan su pan en esta isla
que no sea
silencio amordazado.
De Las islas en que vivo
- Contextualización
del fragmento o poema.
- Ideas del autor que se observan y tema.
- Originalidad del texto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido al blog, puedes opinar lo que quieras, pero siempre desde el respeto. Un saludo