miércoles, 28 de diciembre de 2011

Literatura: La gaviota y la escritura como enfermedad


Al igual que muchos escritores, Chéjov reflexiona -a través de Trigorin- sobre el oficio de escritor y la enfermedad adherida a ellos. Respecto a esta cuestión, María Teresa León dice: "Yo no quería escribir, pero escribir es mi enfermedad incurable". Les dejo el fragmento de La gaviota del escritor ruso:


martes, 1 de noviembre de 2011

Literatura: El jardín de los cerezos


Quiero compartir con ustedes un fragmento de El jardín de los cerezos del gran escritor: Antón Chéjov. Es un gran libro, en el que se nos cuenta las vivencias de una familia, que vuelve a su hogar después de una tragedia familiar. La sombra de una vida derrochadora los perseguirá hasta echarlos de su casa y, sobre todo, despojarlos de su jardín de cerezos.


jueves, 15 de septiembre de 2011

Literatura: Dolores Medio


Lee este fragmento de Farsa de verano y contesta a lo siguiente:





¿Qué utilidad tiene el nombrar el cielo y el infierno en este fragmento?


¿Y cuando la escritora dice: "Ernesto hace un esfuerzo por ayudarles, pero comprende que no podrá incorporarse"?

lunes, 12 de septiembre de 2011

Literatura: Aleixandre



Lee este texto de Vicente Aleixandre y averigua a quién va dirigido

domingo, 28 de agosto de 2011

Literatura: Vicente Aleixandre

 


El mundo glorifica sus alas.
Bosque inmenso, selva o león o nube;
pupila lentísima que casi no se mueve;
dolorosa lágrima donde brilla un lucero,
un dolor como un pájaro, iris fugaz en lluvia.

Tu corazón gemelo del mío,
aquel alto cantil desde el cual una figura diminuta
mueve sus brazos que yo casi no veo, pero que sí que escucho;
aquel punto invisible adonde una tos o un pecho que aún respira,
llega como la sombra de los brazos ausentes.

Tu corazón gemelo como un pájaro en tierra,
como esa bola huida que ha plegado las alas,
como dos labios solos que ayer se sonreían...

Una mágica luna del color del basalto
sale tras la montaña como un hombro desnudo.
El aire era de pluma, y a la piel se la oía
como una superficie que un solo esquife hiere.

¡Oh corazón o luna, oh tierra seca a todo,
oh esa arena sedienta que se empapa de un aire
cuando sólo las ondas amarillas son agua!

Agua o luna es lo mismo: lo impalpable a las manos,
linfa que goteando sobre la frente fría
finge pronto unos labios o una muerte escuchada.

Quiero morir de día, cuando la luna blanca,
blanca como ese velo que oculta sólo un aire,
boga sin apoyarse, sin rayos, como lámina,
como una dulce rueda que no puede quejarse,
aniñada y castísima ante un sol clamoroso.

Quiero morir de día, cuando aman los leones,
cuando las mariposas vuelan sobre los lagos,
cuando el nenúfar surte de un agua verde o fría,
soñoliento y extraño bajo la luz rosada.

Quiero morir al límite de los bosques tendidos,
de los bosques que alzan los brazos.
Cuando canta la selva en alto y el sol quema
las melenas, las pieles o un amor que destruye.
Aleixandre, Vicente

Aquí les dejo el poema Sólo morir de día, en el que el poeta nos evade a otros mundos que difieren del castellano y sobre el que declara su deseo de morir de día. Por qué de día y no de noche. Ahí dejo el debate.

viernes, 26 de agosto de 2011

Literatura: La neutralidad en la escuela


Dolores Medio, además de escribir, también fue docente durante muchos años y tuvo que vivir el acoso de la Comisión Depuradora. En este fragmento, ella nos relata la opinión de su personaje principal -Irene Gal- , que en verdad es la suya también, sobre la neutralidad que debe tener la escuela. No nos podemos olvidar del famoso debate referido a la asignatura de Religión.

Literatura: Dolores Medio


¿A qué personaje de la literatura se parece el locutor de la radio?


¿Por qué lo hace?

lunes, 15 de agosto de 2011

Literatura: Los santos inocentes


Los santos inocentes. Miguel Delibes / 1981 / Social / España


Una historia castellana de señoritos y empleados, en la que la arrogancia y la inocencia libran un combate desigual.

PEDRO DE MIGUEL


La gran adaptación para el cine que realizó en 1984 Mario Camus de esta novela de Delibes ha dejado en nuestra memoria la inolvidable imagen del Azarías (Paco Rabal) y su estribillo: «Milana bonita». Los santos inocentes son un viejo capaz de amaestrar pájaros y su sobrina disminuida, a la que el Azarías quiere con tanta pasión y ternura como a su «milana». Alrededor pululan hombres y mujeres atados a la tierra, acostumbrados a cumplir órdenes tantas veces caprichosas.

Gobernándolo todo, los señores hacen y deshacen desde su altura jerárquica, mezclando detalles de mezquina condescendencia con suaves puñaladas de una crueldad atroz. El señorito Iván, obsesionado por la caza y aficionado a exhibir su destreza ante ministros y embajadores, resume con su altivez la actitud de los amos, que ya difícilmente distinguen entre hombres y bestias. Pero, a pesar de su vida esclava, la gente humilde y humillada empuña una dignidad que resiste los embates más violentos, aunque caiga herida en las escaramuzas diarias.

En ese ambiente de general sometimiento, Delibes destaca el reducido mundo interior del Azarías, que sabe ver a los ángeles cuando mira a la nada. Y será precisamente la inocencia algo más que el babear y el «masticar la nada» del Azarías la que, con su bobalicona sonrisa y su reducido código de conducta, ajuste las cuentas de la secular injusticia. En unas páginas finales cargadas de dramatismo, se pondrá al descubierto la radical ignorancia de los poderosos, que siempre calculan mal las consecuencias de su opresión.

NOTA

En esta obra de Delibes, oteamos la pervivencia de las estructuras medievales, en las que un señor cede tierras a unos campesinos y éstos las trabajan para poder tener un medio de subsistencia. Por tanto, vemos el mantenimiento de costumbres pretéritas en la España profunda. Otro ejemplo de esto, lo tenemos en la obra La casa de Bernarda Alba de Lorca. En la susodicha, volvemos a ver que se mantienen costumbres antiguas, propias de los pueblos del interior de la península.








Literatura: el amor cortés


Aquí te muestro un fragmento de la obra de Walter Scott, Robín Hood. En este fragmento, observamos el conocido fenómeno literario del amor cortés. Con estas consignas, busca en la literatura española, ejemplos del amor cortés.

Suerte


Gramática: sintaxis




"El monstruo dio un buen susto"

"La silla que compramos está en Ikea"

1º PASO: BUSCAR VERBOS CONJUGADOS: “DIO”. UNA VEZ BUSCADO, PONEMOS: “ORACIÓN SIMPLE” Y EN EL CASO DE UNA ORACIÓN COMPUESTA, PONEMOS ORACIÓN COMPUESTA.

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2º PASO: BUSCAR EL SUJETO Y EL PREDICADO. UN BUEN TRUCO ES CAMBIAR DE NÚMERO LO QUE PENSAMOS QUE ES SUJETO Y EL VERBO, O SEA, “LOS MONSTRUOS DIERON UN…”. COMO CONCUERDAN, EL MONSTRUO ES EL SUJETO.
    
3º PASO: SEGUIDAMENTE, LOCALIZAMOS LOS SINTAGMAS.



4º PASO: ANALIZAMOS LOS SINTAGMAS

NOTA: EN EL CASO DE LA ORACIÓN COMPUESTA, EL ANÁLISIS ES MÁS COMPLEJO, YA QUE, TENDREMOS QUE BUSCAR LAS PROPOSICIONES. SI LA ORACIÓN ES COORDINADA, EL ANÁLISIS SERÁ CON PROPOSICIÓN UNO, DOS, TRES... EN CONTRASTE, SI ES SUBORDINADA, PONDREMOS PROPOSICIÓN PRINCIPAL Y SUBORDINADA. ESTE PASO IRÍA DESPUÉS DE BUSCAR LOS VERBOS CONJUGADOS.


Intertextualidad: Esquilo y su influencia en la literatura


PROMETEO: ¡Ay, qué sufrimiento! Hijas de la fecunda Tetis, hijas del padre Océano, que con su curso insomne gira en torno a toda la Tierra, ¡miradme!, ¡contempladme!: ¡Aquì encadenado, aprisionado en esta cima rocosa, custodiado de este precipicio, monto una nada envidiable guardia.


CORO: Te vemos, Prometeo, y una leve y tìmida niebla llena de lágrimas nuestros ojos al contemplarte sobre esa roca consumiéndote bajo la ignominia de estos grilletes de bronce. Y todo ello porque nuevos mandos gobiernan el Olimpo, y Zeus, con nuevas leyes, reina de manera arbitraria aniquilando a los colosos de antaño.

PROMETEO: ¡Si por lo menos hubiéseme precipitado bajo tierra, hasta el infranqueable Tártaro, más allá del Hades hospitalario a los muertos, aherrojándome ferozmente con insolubles cadenas, de tal suerte que ni un dios ni nadie se regocijara de ello! Pero, heme aquì, como un vil juguete de los vientos, sufriendo de manera miserable para escarnio de mis enemigos.




CORO: ¿Quién de los dioses tendrà un corazòn tan duro para recrearse y regocijarse con tus padecimientos? ¿Quién, además de Zeus, no es susceptible de compartir tus pesares? Porque Zeus, en su eterna ira somete la estirpe celestial, y bien sabemos que no habrà de cejar hasta haber saciado su pasión. (Mirando a Prometeo) Y pensar que tu única oportunidad sería que otro dios tomase el lugar de Zeus ... pero ... eso es, y lo sabes, imposible.


¿A qué personaje de nuestra literatura se parece Prometeo?


miércoles, 29 de junio de 2011

Literatura: la belleza de la hija del guardafaro

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LA HIJA DEL VIEJITO GUARDAFARO

Cuando la hija del viejito guardafaro
dejaba el faro y bajaba a tierra
los rudos no podían soportar su belleza
tan sólo la seguían con los ojos y labios
paralizados por su cercanía
y si en la noche hallaban en su cama
a la mujer de siempre no podían
borrar aquel recuerdo y fracasaban

la hija del farero llegaba hasta el mercado
compraba frutas carne pan cebollas
tomates azafrán pollo merluza
vale decir los víveres para cuatro semanas
pagaba y sonreía y emprendía la vuelta
y treinta marineros le hacían un pasillo
para que transcurriera su hermosura
y ella gozosamente transcurría

y si a la noche el faro se encendía
los pescadores y los alfareros
los tenderos y los motociclistas
los viejos verdes y los adolescentes
abrían las ventanas y los párpados
para que así la hija del farero
los envolviera con su luz
inalcanzable intermitente
Benedetti, Mario

Literatura: si Dios fuera una mujer


Mario Benedetti

Si Dios fuera una mujer

¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,


vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.


¿Cómo te imaginas a Dios? Descríbelo


¿Crees que gobernaría los cielos de distinta manera si fuera hombre o mujer?

Literatura: ¿Estás de acuerdo?



Poema de Mario Benedetti
"Bodas de perlas"

Después de todo qué complicado es el amor breve
y en cambio qué sencillo el largo amor

digamos que éste no precisa barricadas
contra el tiempo ni contra el destiempo
ni se enreda en fervores a plazo fijo

el amor breve aún en aquellos tramos
en que ignora su proverbial urgencia
siempre guarda o esconde o disimula
semiadioses que anuncian la invasión del olvido
en cambio el largo amor no tiene cismas
ni soluciones de continuidad
más bien continuidad de soluciones

esto viene ligado a una historia la nuestra
quiero decir de mi mujer y mía
historia que hizo escala en treinta marzos
que a esta altura son como treinta puentes
como treinta provincias de la misma memoria
porque cada época de un largo amor
cada capítulo de una consecuente pareja
es una región con sus propios árboles y ecos
sus propios descampados sus tibias contraseñas

¿Estás de acuerdo con los dos primeros versos del poeta? Arguméntalo

¿Con qué recurso literario se relacionan esos dos versos?

Literatura: el poeta del amor

Mario Benedetti

La otra copa del brindis


Al principio ella fue una serena conflagración
un rostro que no fingía ni siquiera su belleza
unas manos que de a poco inventaban un lenguaje
una piel memorable y convicta
una mirada limpia sin traiciones
una voz que caldeaba la risa
unos labios nupciales
un brindis

es increíble pero a pesar de todo
él tuvo tiempo para decirse
qué sencillo y también
no importa que el futuro
sea una oscura maleza

la manera tan poco suntuaria
que escogieron sus mutuas tentaciones
fue un estupor alegre
sin culpa ni disculpa
él se sintió optimista
nutrido
renovado
tan lejos del sollozo y la nostalgia
tan cómodo en su sangre y en la de ella
tan vivo sobre el vértice de musgo
tan hallado en la espera
que después del amor salió a la noche
sin luna y no importaba
sin gente y no importaba
sin dios y no importaba
a desmontar la anécdota
a componer la euforia
a recoger su parte del botín

mas su mitad de amor
se negó a ser mitad
y de pronto él sintió
que sin ella sus brazos estaban tan vacíos
que sin ella sus ojos no tenían qué mirar
que sin ella su cuerpo dce ningún modo era
la otra copa del brindis

y de nuevo se dijo
qué sencillo
pero ahora
lamentó que el futuro fuera oscura maleza

sólo entonces pensó en ella
eligiéndola
y sin dolor sin desesperaciones
sin angustia y sin miedo
dócilmente empezó
como otras noches
a necesitarla.

¿A qué poeta te recuerda Benedetti?


Este verso: "lamentó que el futuro fuera oscura maleza", a qué recurso literario hace referencia


¿Con qué se relacionan los versos unos labios nupciales / un brindis?


martes, 28 de junio de 2011

Literatura: Mario Benedetti

Mario Benedetti

Hagamos un trato


Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

Sin duda nos encontramos ante uno de los mejores poetas del último cuarto de siglo. Aunque -desgraciadamente- ya haya fallecido, su espíritu se encuentra en cada uno de sus versos y  poemas. Es el poeta del amor con mayúsculas, que mantiene -al igual que Bécquer- un continuo diálogo con la amada. Sin lugar a dudas, su estilo es sencillo y a la vez cautivador, lleno de imágenes y que hay que saborear como un buen vino.

miércoles, 1 de junio de 2011

Enlace de interés


En esta página, puedes consultar muchos libros e incluso artículos académicos. Puedes localizar muchas obras clásicas de nuestra literatura.



Recomendación



Recomiendo que visiten esta página, ya que, puedes escuchar poesía recitada. La verdad es que está muy bien. No se lo pierdan

Literatura: Rubén Darío



CANCIÓN DE OTOÑO EN PRIMAVERA

A Gregorio Martínez Sierra
Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña, en este
mundo de duelo y de aflicción.

Miraba como el alba pura;
sonreía como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor.

Yo era tímido como un niño.
Ella, naturalmente, fue,
para mi amor hecho de armiño,
Herodías y Salomé...

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer...

Y más consoladora y más
halagadora y expresiva,
la otra fue más sensitiva
cual no pensé encontrar jamás.


¿Qué tópico literario se da en este poema de Darío?



Realiza un análisis métrico de este poema



¿A qué estética pertenece el autor de este poema?


viernes, 6 de mayo de 2011

Literatura: El rey burgués

Siguiendo la idea del texto, a los filólogos hispánicos solo no quedará trabajar en la corte de algún rey burgués y, así, ganarnos -al menos- un mendrugo de pan y un poco de agua. Parece ser que la vida del que estudia o profesa las letras está abocada a la miseria y a la precariedad. Esperemos que tarde o temprano, Lope se levante de su tumba y nos diga: "Las musas dan honor y renta".

El rey burgués
Cuento alegre
[Cuento. Texto completo]
Rubén Darío
¡Amigo! El cielo está opaco, el aire frío, el día triste. Un cuento alegre... así como para distraer las brumosas y grises melancolías, helo aquí: Había en una ciudad inmensa y brillante un rey muy poderoso, que tenía trajes caprichosos y ricos, esclavas desnudas, blancas y negras, caballos de largas crines, armas flamantísimas, galgos rápidos, y monteros con cuernos de bronce que llenaban el viento con sus fanfarrias. ¿Era un rey poeta? No, amigo mío: era el Rey Burgués.
Era muy aficionado a las artes el soberano, y favorecía con gran largueza a sus músicos, a sus hacedores de ditirambos, pintores, escultores, boticarios, barberos y maestros de esgrima.
Cuando iba a la floresta, junto al corzo o jabalí herido y sangriento, hacía improvisar a sus profesores de retórica, canciones alusivas; los criados llenaban las copas del vino de oro que hierve, y las mujeres batían palmas con movimientos rítmicos y gallardos. Era un rey sol, en su Babilonia llena de músicas, de carcajadas y de ruido de festín. Cuando se hastiaba de la ciudad bullente, iba de caza atronando el bosque con sus tropeles; y hacía salir de sus nidos a las aves asustadas, y el vocerío repercutía en lo más escondido de las cavernas. Los perros de patas elásticas iban rompiendo la maleza en la carrera, y los cazadores inclinados sobre el pescuezo de los caballos, hacían ondear los mantos purpúreos y llevaban las caras encendidas y las cabelleras al viento.
El rey tenía un palacio soberbio donde había acumulado riquezas y objetos de arte maravillosos. Llegaba a él por entre grupos de lilas y extensos estanques, siendo saludado por los cisnes de cuellos blancos, antes que por los lacayos estirados. Buen gusto. Subía por una escalera llena de columnas de alabastro y de esmaragdina, que tenía a los lados leones de mármol como los de los tronos salomónicos. Refinamiento. A más de los cisnes, tenía una vasta pajarera, como amante de la armonía, del arrullo, del trino; y cerca de ella iba a ensanchar su espíritu, leyendo novelas de M. Ohnet, o bellos libros sobre cuestiones gramaticales, o críticas hermosillescas. Eso sí: defensor acérrimo de la corrección académica en letras, y del modo lamido en artes; ¡alma sublime amante de la lija y de la ortografía!
¡Japonerías!¡Chinerías! Por moda y nada más. Bien podía darse el placer de un salón digno del gusto de un Goncourt y de los millones de un Creso: quimeras de bronce con las fauces abiertas y las colas enroscadas, en grupos fantásticos y maravillosos; lacas de Kioto con incrustaciones de hojas y ramas de una flora monstruosa, y animales de una fauna desconocida; mariposas de raros abanicos junto a las paredes; peces y gallos de colores; máscaras de gestos infernales y con ojos como si fuesen vivos; partesanas de hojas antiquísimas y empuñaduras con dragones devorando flores de loto; y en conchas de huevo, túnicas de seda amarilla, como tejidas con hilos de araña, sembradas de garzas rojas y de verdes matas de arroz; y tibores, porcelanas de muchos siglos, de aquellas en que hay guerreros tártaros con una piel que les cubre hasta los riñones, y que llevan arcos estirados y manojos de flechas.
Por lo demás, había el salón griego, lleno de mármoles: diosas, musas, ninfas y sátiros; el salón de los tiempos galantes, con cuadros del gran Watteau y de Chardin; dos, tres, cuatro, ¿cuántos salones?
Y Mecenas se paseaba por todos, con la cara inundada de cierta majestad, el vientre feliz y la corona en la cabeza, como un rey de naipe.
Un día le llevaron una rara especie de hombre ante su trono, donde se hallaba rodeado de cortesanos, de retóricos y de maestros de equitación y de baile.
-¿Qué es eso? -preguntó.
-Señor, es un poeta.
El rey tenía cisnes en el estanque, canarios, gorriones, censotes en la pajarera: un poeta era algo nuevo y extraño.
-Dejadle aquí.
Y el poeta:
-Señor, no he comido.
Y el rey:
-Habla y comerás.
Comenzó:
-Señor, ha tiempo que yo canto el verbo del porvenir. He tendido mis alas al huracán; he nacido en el tiempo de la aurora; busco la raza escogida que debe esperar con el himno en la boca y la lira en la mano, la salida del gran sol. He abandonado la inspiración de la ciudad malsana, la alcoba llena de perfumes, la musa de carne que llena el alma de pequeñez y el rostro de polvos de arroz. He roto el arpa adulona de las cuerdas débiles, contra las copas de Bohemia y las jarras donde espumea el vino que embriaga sin dar fortaleza; he arrojado el manto que me hacía parecer histrión, o mujer, y he vestido de modo salvaje y espléndido: mi harapo es de púrpura. He ido a la selva, donde he quedado vigoroso y ahíto de leche fecunda y licor de nueva vida; y en la ribera del mar áspero, sacudiendo la cabeza bajo la fuerte y negra tempestad, como un ángel soberbio, o como un semidiós olímpico, he ensayado el yambo dando al olvido el madrigal.
He acariciado a la gran naturaleza, y he buscado al calor del ideal, el verso que está en el astro en el fondo del cielo, y el que está en la perla en lo profundo del océano. ¡He querido ser pujante! Porque viene el tiempo de las grandes revoluciones, con un Mesías todo luz, todo agitación y potencia, y es preciso recibir su espíritu con el poema que sea arco triunfal, de estrofas de acero, de estrofas de oro, de estrofas de amor.
¡Señor, el arte no está en los fríos envoltorios de mármol, ni en los cuadros lamidos, ni en el excelente señor Ohnet! ¡Señor! El arte no viste pantalones, ni habla en burgués, ni pone los puntos en todas las íes. Él es augusto, tiene mantos de oro o de llamas, o anda desnudo, y amasa la greda con fiebre, y pinta con luz, y es opulento, y da golpes de ala como las águilas, o zarpazos como los leones. Señor, entre un Apolo y un ganso, preferid el Apolo, aunque el uno sea de tierra cocida y el otro de marfil.
¡Oh, la Poesía!
¡Y bien! Los ritmos se prostituyen, se cantan los lunares de la mujeres, y se fabrican jarabes poéticos. Además, señor, el zapatero critica mis endecasílabos, y el señor profesor de farmacia pone puntos y comas a mi inspiración. Señor, ¡y vos lo autorizáis todo esto!... El ideal, el ideal...
El rey interrumpió:
-Ya habéis oído. ¿Qué hacer?
Y un filósofo al uso:
-Si lo permitís, señor, puede ganarse la comida con una caja de música; podemos colocarle en el jardín, cerca de los cisnes, para cuando os paseéis.
-Sí, -dijo el rey,- y dirigiéndose al poeta:
-Daréis vueltas a un manubrio. Cerraréis la boca. Haréis sonar una caja de música que toca valses, cuadrillas y galopas, como no prefiráis moriros de hambre. Pieza de música por pedazo de pan. Nada de jerigonzas, ni de ideales. Id.
Y desde aquel día pudo verse a la orilla del estanque de los cisnes, al poeta hambriento que daba vueltas al manubrio: tiririrín, tiririrín... ¡avergonzado a las miradas del gran sol! ¿Pasaba el rey por las cercanías? ¡Tiririrín, tiririrín...! ¿Había que llenar el estómago? ¡Tiririrín! Todo entre las burlas de los pájaros libres, que llegaban a beber rocío en las lilas floridas; entre el zumbido de las abejas, que le picaban el rostro y le llenaban los ojos de lágrimas, ¡tiririrín...! ¡lágrimas amargas que rodaban por sus mejillas y que caían a la tierra negra!
Y llegó el invierno, y el pobre sintió frío en el cuerpo y en el alma. Y su cerebro estaba como petrificado, y los grandes himnos estaban en el olvido, y el poeta de la montaña coronada de águilas, no era sino un pobre diablo que daba vueltas al manubrio, tiririrín.
Y cuando cayó la nieve se olvidaron de él, el rey y sus vasallos; a los pájaros se les abrigó, y a él se le dejó al aire glacial que le mordía las carnes y le azotaba el rostro, ¡tiririrín!
Y una noche en que caía de lo alto la lluvia blanca de plumillas cristalizadas, en el palacio había festín, y la luz de las arañas reía alegre sobre los mármoles, sobre el oro y sobre las túnicas de los mandarines de las viejas porcelanas. Y se aplaudían hasta la locura los brindis del señor profesor de retórica, cuajados de dáctilos, de anapestos y de pirriquios, mientras en las copas cristalinas hervía el champaña con su burbujeo luminoso y fugaz. ¡Noche de invierno, noche de fiesta! Y el infeliz cubierto de nieve, cerca del estanque, daba vueltas al manubrio para calentarse ¡tiririrín, tiririrín! tembloroso y aterido, insultado por el cierzo, bajo la blancura implacable y helada, en la noche sombría, haciendo resonar entre los árboles sin hojas la música loca de las galopas y cuadrillas; y se quedó muerto, tiririrín... pensando en que nacería el sol del día venidero, y con él el ideal, tiririrín..., y en que el arte no vestiría pantalones sino manto de llamas, o de oro... Hasta que al día siguiente, lo hallaron el rey y sus cortesanos, al pobre diablo de poeta, como gorrión que mata el hielo, con una sonrisa amarga en los labios, y todavía con la mano en el manubrio.
¡Oh, mi amigo! el cielo está opaco, el aire frío, el día triste. Flotan brumosas y grises melancolías...
Pero ¡cuánto calienta el alma una frase, un apretón de manos a tiempo! ¡Hasta la vista!

http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/dario/reybur.htm

Encuentra las características de la literatura modernista en este texto de Rubén Darío, indicando las líneas que lo corroboran.

lunes, 25 de abril de 2011

Literatura: Bécquer

Hoy como ayer, mañana como hoy
¡y siempre igual!
Un cielo gris, un horizonte eterno
y andar..., andar.
Moviéndose a compás como una estúpida
máquina el corazón;
la torpe inteligencia del cerebro
dormida en un rincón.
El alma, que ambiciona un paraíso,
buscándole sin fe;
fatiga sin objeto, ola que rueda
ignorando por qué.
Voz que incesante con el mismo tono
canta el mismo cantar,
gota de agua monótona que cae
y cae sin cesar.
Así van deslizándose los días
unos de otros en pos,
hoy lo mismo que ayer, probablemente
mañana como hoy.
¡Ay!, ¡a veces me acuerdo suspirando
del antiguo sufrir!
¡Amargo es el dolor pero siquiera
padecer es vivir!


La primera estrofa habla del hastío, es decir, de la desgana y el asco por la vida. Busca a qué tópico literario se refiere Bécquer, que más tarde será retomado por el modernismo literario y, éste a su vez, se liga con el decadentismo estético francés.

Literatura: Bécquer



¿Será verdad que cuando toca el sueño
con sus dedos de rosa nuestros ojos,
de la cárcel que habita huye el espíritu
en vuelo presuroso?
¿Será verdad que, huésped de las nieblas,
de la brisa nocturna al tenue soplo,
alado sube a la región vacía
a encontrarse con otros?
¿Y allí desnudo de la humana forma,
allí los lazos terrenales rotos,
breves horas habita de la idea
el mundo silencioso?
¿Y ríe y llora y aborrece y ama
y guarda un rastro del dolor y el gozo,
semejante al que deja cuando cruza
el cielo un meteoro?
Yo no sé si ese mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros:
lo que sé es que conozco a muchas gentes
a quienes no conozco.


¿A qué teoría filosófica se parece esta rima?



Pista: filósofo griego


Literatura: El amante


" Un día, ya entrada en años, en el vestíbulo de un edificio público, un hombre se me acercó. Se dio a conocer y me dijo. La conozco desde siempre. Todo el mundo dice que de joven era usted hermosa, me he acercado para decirle que en mi opinión la considero más hermosa ahora que en su juventud. Su rostro de muchacha me gustaba mucho menos que el de ahora, devastado.
(...)
Entre los dieciocho y veinticinco años mi rostro emprendió un camino imprevisto, ese envejecimiento fue brutal. Ví como se apoderaba de mis rasgos uno a uno... He conservado aquel rostro nuevo. Ha sido mi rostro. Ha envejecido más por supuesto, pero relativamente menos de lo que hubiera debido. Tengo un rostro lacerado por arrugas secas, la piel resquebrajada. No se ha deshecho... ha conservado los mismos contornos pero la materia está destruida. Tengo un rostro destruido...
"

¿A qué se refiere el personaje que está hablando?

¿Quién es el narrador?

El tópico literario que se da es el tempus fugi, busca otros ejemplos de este tópico en la literatura



Este enlace puede servirte para buscar textos

Literatura: Realismo mágico




Walimaí se encargó de dirigir los ritos funerarios de Mokarita de
acuerdo a las más antiguas tradiciones. A pesar del peligro de
ser vistos desde el aire, los indios encendieron una gran fogata
para cremar el cuerpo y durante horas se consumieron los
restos del jefe, mientras los habitantes de la aldea lamentaban
su partida. Walimaí preparó una poción mágica, la poderosa
ayahuasca, para ayudar a los hombres de la tribu a ver el fondo
de sus corazones. Los jóvenes forasteros fueron invitados
porque debían cumplir una misión heroica más importante que
sus vidas, para la cual no sólo necesitarían la ayuda de los
dioses, también debían conocer sus propias fuerzas. Ellos no se
atrevieron a negarse, aunque el sabor de aquella poción era
asqueroso y debieron hacer un gran esfuerzo por tragarla y
retenerla en el estómago. No sintieron los efectos hasta un buen
rato más tarde, cuando de súbito el suelo se deshizo bajo sus
pies y el cielo se llenó de figuras geométricas.al haber alcanzado
la muerte, se sintieron impulsados a vertiginosa velocidad a
través de innumerables cámaras de luz y de pronto las puertas
del reino de los dioses totémicos se abrieron, conminándolos a
entrar.
Alex sintió que se alargaban sus extremidades y un calor
ardiente lo invadía por dentro. Se miró las manos y vio que eran
dos patas terminadas en garras afiladas. Abrió la boca para
llamar y un rugido temible brotó de su vientre. Se vio
transformado en un felino grande, negro y lustroso: el magnífico
jaguar macho que había visto en el patio de Mauro Carías. El
animal no estaba en él, ni él en el animal, sino que los dos se
fundían en un solo ser; ambos eran el muchacho y la fiera
simultáneamente. Alex dio unos pasos estirándose, probando
sus músculos, y comprendió que poseía la ligereza, la velocidad
y la fuerza del jaguar. Corrió a grandes brincos de gato por el
bosque, poseído de una energía sobrenatural. De un salto trepó
a la rama de un árbol y desde allí observó el paisaje con sus
ojos de oro, mientras movía lentamente su cola negra en el aire.
Se supo poderoso, temido, solitario, invencible, el rey de la selva
sudamericana. No había otro animal tan fiero como él.
Lee el siguiente texto e indica qué tiene de “realismo mágico” y por qué, citando las partes que lo corroboran.

Además indica los personajes que se ofrecen en la historia y lo que le pasa a dos de ellos.

¿Quién es Walimai?
¿Y Mokarita?
Resumen de la obra


Alexander Cold se ve forzado a ir con su abuela a New York. En esta ciudad, sufre algunos robos hasta que llega a casa de su pariente. Ésta le dice que tiene que acompañarla a una misión en el Amazonas. Una vez allí, descubre que el viaje no es tan malo como parece. Acaba desvelando que posee un animal totémico: el jaguar.